Gestión del tradingTodo sobre el trading

El trading como negocio

El trading como negocio

Seguramente, no será la primera vez que oigas que debes adoptar este enfoque para ser un trader consistente y alcanzar la rentabilidad con tu operativa. Pero ¿qué encierra realmente esa perspectiva? Vamos a intentar analizar, en detalle, los requisitos para que realmente centres tu operativa en el trading como negocio.

La mayoría de los traders no consigue alcanzar la rentabilidad. Se estima que alrededor de un 90% de ellos pierde el capital riesgo, del que disponían, durante el primer año. En el fondo, esto es debido a que no conocían o no llegaron a conocer todos los conceptos a tener en cuenta para enfocarse correctamente en esta actividad.

Veamos cuáles son los paralelismos entre un negocio y tu trading.

Tus patrones son tu producto

El trader tendría como producto los set-up (sean los que sean) que utiliza para entrar o no en el mercado. Del mismo modo que si tuviéramos una tienda, conoceríamos en profundidad los detalles de nuestro producto para poder dar un buen servicio a nuestros clientes, en el trading debemos ser expertos, en este aspecto, en todo lo referente a los patrones que aplicamos, su configuración, en qué condiciones de mercado los aplicamos y cuándo no, cuándo funcionan peor, sus probabilidades, la colocación de stops, etc.

Aquí nos encontramos con el primer problema de muchos traders: el cambio en sus señales de entrada o, incluso, del método que aplican. Volvamos al ejemplo de la tienda ¿cambiarías el producto que ofreces a las pocas semanas de abrir porque vendes poco sin analizar nada más? ¿te das cuenta de que volverías al punto de partida cuando no conocías en profundidad el producto que estabas pensando en vender?

Esto no quiere decir que se tenga que persistir en vender algo que tus posibles clientes no quieren sino que debes dejar pasar el suficiente tiempo y estudiar el producto en profundidad para saber, realmente, que la gente no lo quiere. El compromiso en aplicar correctamente tu operativa, sin improvisar, es lo que te dará la certeza de que tu método funciona o no.

Las pérdidas forman parte de nuestro negocio

En cualquier negocio se tienen unos costes fijos que existen por el mero hecho de que abra cada día. Evidentemente, incurrimos en estos gastos porque esperamos obtener una rentabilidad con nuestra inversión. Los gastos de alquiler, suministros, empleados y demás, vendrían a ser los equivalentes en el trading al coste de la plataforma que operamos, los datos en tiempo real, las comisiones, etc. Y luego tendríamos las pérdidas. Las hay que son inevitables como son abrir nuestro negocio en días en los que el público simplemente no acude a nuestra tienda. Estas serían las equivalentes a nuestros stops estadísticos, es decir, aquellos que aparecen aunque hayamos sido escrupulosos a la hora de aplicar nuestro sistema. Las consideraríamos un coste operativo más. Un coste del trading como negocio.

Pero ¿qué pasa con las pérdidas evitables? Estas son aquellas que son achacables a errores que hemos cometido a nivel personal.  Si en nuestro negocio hacemos un pedido enorme de un producto que apenas vendemos, no se trata de un coste operativo. Se trata de un error en el análisis de venta estimada de ese producto. Lo mismo ocurre en el trading cuando queremos forzar la evidencia para que concuerde con nuestra visión del mercado en ese momento. Puede salir bien una vez pero a la larga solo nos conducirá a entrar en pérdidas y a dudar del sistema cuando hemos sido nosotros los responsables de esa situación.

Cuando tengamos un stop siempre debemos plantearnos si fue por una aplicación errónea de las reglas o simplemente porque esa operación no dio para más. ¿No vendimos porque el público no vino al comercio o porque le ofrecimos algo que no quería?

La visión temporal del trading como negocio

El trading es una actividad que requiere de tiempo para dar sus frutos. Debemos de asumir que los negocios no abren para dar un pelotazo el primer día y cerrar a la mañana siguiente. Es frecuente encontrar, en muchos traders, la actitud errónea de querer ser rentables desde el primer día e incluso perseguir la quimera de hacer desaparecer por completo las pérdidas.

Todos los negocios tienen días peores y mejores, rachas buenas y malas, se ven afectados por la estacionalidad, climatología, etc. ¿Por qué iba a ser diferente con el trading como negocio?

Al igual que abrimos nuestro negocio con una mentalidad de sostenibilidad y largo plazo, debemos comprender que estamos en el trading con una visión a futuro y que, por tanto, debemos tener muy presente que:

  • Un trade aislado no tienen ninguna importancia. Tanto los stops como los trades espectaculares son los extremos dentro de una distribución de operaciones ilimitada.
  • El riesgo controlado nos mantendrá en el mercado para las siguientes oportunidades.
  • La continuidad en nuestra formación y la paciencia nos darán un conocimiento superior de nuestro negocio (en este caso, el mercado).

Opera de manera profesional

Los traders que han alcanzado la consistencia tienen varias cosas en común. Independientemente de si el trading que hacen es sistemático o discrecional, su operativa está basada en muchas horas de estudio y ejecutan sus operaciones de manera disciplinada y organizada. El trader de profesión tiene un plan predefinido para actuar en el mercado. No se dedica a mover stops, no actúa por impulsos, no entra en operaciones una vez han comenzado ni se deja guiar por rumores o inventos improvisados sobre la marcha. Cuando tengas dudas pregúntate si estás actuando profesionalmente y sabrás qué hacer.

El plan de negocio

Al igual que haríamos con esa tienda de la que hablábamos, nuestra operativa ha de adecuarse a un plan predefinido. Nuestro trading debe tener en cuenta factores como los costes (en nuestro caso las comisiones), cómo afectan a nuestro negocio, analizar el rendimiento de nuestra operativa en el pasado en estos mismos términos de coste/rentabilidad, etc. Para ello es fundamental que llevemos un registro de operaciones que nos servirá de guía para mejorar nuestra actividad, estudiando el desarrollo medio de nuestros trades y poder detectar aspectos críticos de los mismos, por ejemplo si estamos dejando dinero “sobre la mesa” o estamos siendo demasiado generosos con el mercado con nuestros stops.

El plan de trading evitará, si somos fieles a él, que entremos en zonas de poca probabilidad de éxito, que inventemos sobre la marcha y que detectemos escenarios que no nos son favorables.

En resumen

Ya hemos visto que el trading es un negocio más y, como tal, se debe regir por las mismas reglas que cualquier otro estableciendo todos los paralelismos que sea posible para enfocarlo de la manera apropiada.

Si te preguntas por qué te dedicas al trading, encontrarás en la o las respuestas muchas de las virtudes y defectos que potencian o limitan tu capacidad de éxito en esta actividad. Tu mentalidad y tu disposición a considerar el trading como negocio (sostenible y a largo plazo) determinarán que consigas mantener abierta tu “tienda” y obtener recompensas de ella.