Si buscamos “aleatorio” en el diccionario nos encontraremos con dos definiciones:
- Perteneciente o relativo al juego de azar.
- Que depende del azar.
¿Qué es aleatoriedad en probabilidad?
Una secuencia numérica se dice que es aleatoriedad estadística cuando no contiene patrones reconocibles o regularidades; secuencias como el resultado de una tirada de dados.
¿Quiere esto decir que la aleatoriedad en el trading implica que es un juego de azar? Bueno, sí y no. Veámoslo en profundidad y entendamos así las implicaciones que tiene el azar en el trading.
En el trading no hay certezas
Cuando se desarrolla un sistema de trading, rigurosamente, lo que llevamos a cabo realmente es la definición y testeo de un patrón, que hemos observado repetirse con cierta constancia, y el cálculo de sus datos estadísticos para comprobar con qué frecuencia se repite y qué resultados arroja en cuanto a porcentaje de acierto, rentabilidad, esperanza matemática, factor de recuperación, etc. Vamos a centrarnos aquí en el porcentaje de acierto para no desviarnos del tema.
Supongamos que damos con un método que nos da un porcentaje de acierto del 70%. Puede ser natural (aunque no lógico) esperar que cuando, definitivamente, pongamos nuestro sistema a funcionar “en real”, éste, con bastante probabilidad, nos dé una operación ganadora ¿no?
Sucesión ilimitada de trades
Si enfocamos esta actividad como una relación ilimitada de operaciones y contamos con un método respaldado por unos buenos números, estaremos mejor preparados para aceptar que el resultado de nuestra próxima operación es del todo incierto. Podría darse el caso de que, siguiendo con el porcentaje de acierto anterior, obtengamos ese 30% de operaciones perdedoras de manera consecutiva y no por ello el sistema sería menos fiable.
El trader altera la estadística
Es el trader, cuando padece una de estas rachas negativas, el que altera la estadística del método con el que opera y el que empieza a provocar un sesgo en los resultados. Como ya hemos comentado en otras ocasiones, el trader sistemático ha de operar cuantas oportunidades se le presenten mientras esté delante la pantalla. Solo así, es capaz de ser consistente y coherente con su estrategia. No queremos decir con esto que el trading discrecional sea peor. Simplemente, nosotros nos inclinamos por el sistemático porque es más rígido en su naturaleza de no variar, influir o alterar sus probabilidades. Impide o debería impedir que el trader aumentara la aleatoriedad en el trading.
Si lanzamos una moneda un millón de veces…
El mercado es similar, a simple vista, al eterno ejemplo de la moneda que se lanza un elevado número de veces y cuyos resultados estadísticos terminan en o muy cerca del 50% para cada lado. Así es, puede subir o bajar, no hay más. Pero ¿y si detectáramos que cada vez que el lanzador pone el pulgar de una determinada manera, las probabilidades de salir cara o cruz aumentan o disminuyen? Eso mismo ocurre con los patrones en el trading. Cada vez que vemos un patrón (bien definido) estamos ante la posibilidad de reducir la aleatoriedad en el trading (si contamos con un método ganador y lo aplicamos con disciplina) e inclinar la balanza a nuestro favor a la hora de conseguir ser rentables en esta actividad.
Acepta los resultados
Esta es la conclusión que podemos sacar y el mantra que nos tenemos que repetir si queremos alcanzar la rentabilidad. Nadie sabe qué va a pasar (los market makers también pierden dinero). En el trading el resultado es incierto. Nuestra seguridad debe estar basada en ejecutar las operaciones de manera correcta para estar allí, persistentemente, cuando las buenas operaciones se den, una detrás de otra. Las pérdidas forman parte del trading y cada vez que perdemos, teniendo un método ganador, estamos también ganando si promediamos el resultado positivo general dividido entre el número total de operaciones que hayamos hecho. Es el método lo que reduce la aleatoriedad en el trading.
El trading, por tanto, es un hecho aleatorio que con una metodología bien construida, en base a una serie de patrones y reglas bien definidas y una vez estudiado estadísticamente, se convierte en un hecho probable.